La fatiga y el sueño, el estado de ánimo, los medicamentos, fobias que se puedan padecer y la alimentación son factores que afectan de forma indirecta a la conducción. Por eso, siempre que se emprenda un viaje por carretera es importante vigilar la alimentación al volante ya que nuestra conducción puede verse afectada.
Es probable que cuando emprendes un viaje con el coche te asalten un sin fin de preguntas relacionadas con la alimentación ¿Qué debo comer? ¿Es mejor no comer nada por si me entra el sueño? ¿Tomo ración doble de café o no? En el post de hoy abordaremos el tema de alimentación al volante con pautas que te ayudarán a mejorar la conducción y reducir la siniestralidad.
Lo primero de todo, importante aclarar que siempre se debe comer antes de empezar el viaje. Todos sabemos que después de comer disminuye la capacidad de atención, pero no comer no es una solución. No comer aumenta la irritabilidad, hace que estés menos atento y esto puede ser un peligro. Hay que comer como cualquier día, pero tratando de evitar aquellos alimentos que te puedan producir somnolencia.
¿Quiénes son los reyes de la somnolencia al volante? Pues los azúcares directos. La bollería, los refrescos azucarados o los zumos de frutas, pueden provocar cansancio. Nuestro organismo cuando ingiere este tipo de alimentos también libera insulina, por lo que es posible sufrir un bajón energético. Además, tampoco son convenientes las grasas saturadas, como las carnes o embutidos, ni alimentos como la leche, pescados y huevos. Estos son especialmente evitables si vas a conducir de noche.
Lo ideal para conducir – según publicaba la DGT en su guía “ Comer bien, conducir mejor”- es tener una alimentación variada que aporte, hidratos de carbono, proteínas y minerales suficientes. Evita las grasas y trata de ser preciso y tomar la cantidad justa de comida, según la energía que vayamos a necesitar.
Los alimentos más recomendables cuando se va a conducir son:
- Verduras y hortalizas.
- Frutos secos e incluso, una onza de chocolate negro.
- Sopas: Siempre con moderación ya que al tratarse de un alimento que se sirve caliente, puede provocar cansancio, por lo que tomarlo templado y sin abusar sería lo ideal.
- Ensaladas.
- Te refresca y son liegras, por lo que no hacen pesadas las digestiones.
- Hidratos de carbono de absorción lenta: Pan, arroz integral o legumbre.
- Agua, una taza de Café o de té.
Por lo general, en las gasolineras tenemos una gran variedad de comida muy apetecible pero que no es nada recomendable al volante. Según nos recomiendan desde la DGT, es importante comer en base al tipo de viaje que se vaya realizar y ser lo más saludable posible evitando snacks y picar entre horas.
En definitiva, no por abundante, es mejor nuestra alimentación, así que come con moderación y ten en mente los alimentos propuestos para una buena conducción.
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