Antes de nada debemos tomar conciencia que el sistema de retención infantil reduce en un 75% las muertes y en un 90% la posibilidad de sufrir lesiones en los más pequeños ya que aún conociendo que los accidentes de tráfico son la principal causa de muerte en menores de 14 años, en los accidentes ocurridos el 40% de los niños fallecidos no utilizaba ningún sistema de protección.

Vamos a analizar los diferentes sistemas de seguridad que existen para poder utilizar la correcta en cada caso.

Sillas en sentido contrario a la marcha. En este grupo están las denominadas sillas del Grupo 0 y 0+. Se deberán colocar en los asientos traseros del vehículos. Las del grupo 0 se utilizan para niños hasta 10 kilos y las de 0+ para niños hasta los 13 kg.

Sillas en sentido de la marcha. Una vez superado los 13 kg o cuando la cabeza sobresalga del respaldo hay que cambiar de sistema. Pasamos entonces a las sillas del grupo 1 que van hasta los 18 kg que suelen ser aproximadamente para niños entre 1 y 4 años. Estas sillas llevan arneses y siempre deben colocarse mirando hacia delante. Hay que instalarlas antes de sentar al menor y el lugar más seguro es el asiento trasero central.

Elevadores. A partir de esta edad y peso entra también en juego la estatura. Los niños entre los 4 y 12 años de edad y que no alcancen los 135 cm de altura y cuyo peso está comprendido entre los 15 y 36 kg pueden utilizar los “elevadores”. Este sistema permite el tránsito entre la silla (que ya se les queda pequeña) y el cinturón de seguridad que utilizamos los adultos.

De forma excepcional los menores de 12 años que midan más de 135 cm podrán utilizar los cinturones de seguridad, aunque se aconseja que hasta que no midan 150 cm no se retire ningún sistema de seguridad infantil. Hay que tener en cuenta que el cinturón de seguridad deberá ir sobre el hombro y la banda del vientre sobre la cadera. Siempre que esto no ocurra, el menor deberá ir con elevador, ya que hay veces que le roza el cuello el cinturón o por debajo del mentón.

Recuerda siempre que lo más importante es la seguridad del menor y aunque a veces nos resulte “un trasto” más es lo más adecuado para su cuidado. Por lo tanto, las sillas infantiles no dependen de la edad o del peso, también la altura es un factor que interviene a la hora de elegir un sistema de seguridad u otro.

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